La muestra ofrece un recorrido con interrupciones, fragmentado, que evita la exposición cronológicamente lineal, tan convencional, y se aproxima de diferentes formas a una obra construida como un entramado de lenguajes y medios distintos.
Benet Rossell tiene una trayectoria muy extensa, que se despliega en múltiples disciplinas, desde el dibujo pasando por la escritura sígnica hasta la pintura o la cerámica, así como también la performance, el cine experimental y comercial, entre otros. Como dice el artista: "Yo soy de pueblo, yo soy campesino, yo lo que cultivo es arte". También es característica en sus creaciones la presencia de la tierra y sus frutos (algarroba, nuez, sal, azúcar, patata...).
Una de las obras inédita es Microfacies (2010). Es una representación teatral que remite a los análisis estratigráficos que el autor utiliza en algunos trabajos. Lo aplica en una filmación en macro de la geografía de su propio cuerpo en Auto di ritratto (2008). Su obra parece una caligrafía que juega con la legibilidad e ilegibilidad de las realidades, con la posibilidad e imposibilidad de las cosas. De hecho, el humor y la ironía están muy presentes en las obras del artista.
El interés por las pequeñas cosas, que no se perciben fácilmente o que se ocultan a la visión, se manifiesta en el uso de herramientas o instrumentos creados por el artista. Micro-ópera 2 (1984) es una instalación que incluye una película donde se narra cómo Benet Rossell se construye un pincel con su propio pelo y pinta unos fotogramas; los instrumentos utilizados se exponen en unas vitrinas, y en las paredes cuelgan fotografías que documentan el proceso. La pieza se completa con dos cajas de luz que dejan ver los dibujos resultantes.
Son obras muy conceptuales, abstractas y difícil de entender sin una explicación del pensamiento artista. En efecto las tablas al lado de las obras son fundamentales para comprender completamente lo que el artista quiere exponer con su arte.
Interesante producción la de este artista.
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