A principios de diciembre fui a Barcelona con unos amigos y visité la sagrada familia. Podría definirla en una sola palabra, espectacular. Hace cuatro años visité Barcelona con el colegio y entramos a ver la Sagrada Familia, estaba toda andamiada, con escombros... no la llegué a entender, porque estaba toda ella en obras. En cambio, esta última visita, la he visto, le ha entendido y la he admirado.
Si es única en su exterior, lo mismo sucede en su interior. Jamás he visto cosa igual. Esas enormes columnas, que se dividen en ligeras ramificaciones, sujetando ese techo con forma de pequeños soles, que según me pareció entender las columnas son como arboles y el techo son sus hojas.
Aquí os dejo un par de fotos que hice durante la visita. Pero os recomiendo que vayáis y la admiréis, porque es única.
Lo cierto es que es muy agradecida para fotografiarla y como monumento, excepcional.
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